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Un restaurante exitoso es aquel que abarca una importante variedad de ingredientes y propuestas para los comensales. En la actualidad, la celiaquía ya no es un concepto ajeno a la gastronomía y cada vez son más los que buscan opciones sin TACC por asuntos de salud o, sencillamente, por el interés de comer platos nuevos. En este sentido, Unilever Food Solutions te brinda algunas recomendaciones clave para integrar un menú libre de gluten y no fallar en el intento.

Platos sabrosos y alimentos libre de gluten

Empecemos por el principio. Para ofrecer un menú de comida libre de gluten, el primer paso es entender que el gluten es una proteína que vive naturalmente en el trigo, avena, cebada y centeno. Ahora bien, las siglas TACC significan “trigo, avena, cebada y centeno” y serán un término constante en este tipo de dieta.

Las personas intolerantes al gluten o celíacos no pueden ingerir este tipo de ingredientes porque su cuerpo no los procesa correctamente generando problemas gastrointestinales, entre otras afecciones.

Por consiguiente, al diseñar un menú libre de gluten el primer consejo de oro es conocer los alimentos que contienen gluten y evitarlos. Por ejemplo: la cerveza, las harinas derivadas del trigo como la sémola, la farina o la harina leudante, la avena y los productos que contienen mezclas de soja. También, es importante evitar las salsas que involucran espesantes con almidón de trigo.

Platos exquisitos y simples libres de gluten

Crear un menú libre de gluten es un paso importante para tu negocio, así que no hay que apresurarse. Diseñar un menú desde cero implica esfuerzo, nuevos implementos en la cocina, capacitación de personal y, sobre todo: tiempo.

Lo ideal es comenzar con una oferta sin TACC sabrosa pero simple. Una propuesta concreta que podés sumar a tu menú diario para que poco a poco tus comensales habituales se interesen por ella, logrando expandir la propuesta sin gluten, con mayor seguridad.

Algunos de los ingredientes libres de gluten que podés usar en tu menú son: semillas, frutos secos y legumbres sin procesar, frutas y verduras, carnes magras, pollo y pescado; también podés experimentar con harina de maíz, quinua, arroz y harinas sin almidón como la polenta.

Resaltá los platos libres de gluten en el menú

Quizá parezca obvio, pero es vital que la nueva propuesta libre de gluten destaque en tu menú diario. Asegurate de señalar adecuadamente en la carta los platos sin TACC que ofrecés: usá los logos asociados a los alimentos aptos para celíacos o utilizá recursos gráficos vistosos para que tu nueva propuesta sobresalga del resto del menú.

De esta manera, no solo vas a tener una nueva sección en tu menú, sino que, también, les brindarás una mayor tranquilidad a los comensales celíacos al ver las distintas opciones sin TACC que ofrecés. ¿Resultado? Una experiencia gastronómica más amigable con todos.

Educá y capacitá a tu personal

Para que tu nuevo menú libre de gluten sea exitoso y se mantenga en el tiempo, debés invertir en la educación y capacitación de tu equipo de trabajo. Tus empleados deben aprender las habilidades fundamentales para preparar, cocinar y guardar los alimentos sin gluten, comprender las necesidades alimentarias de los celíacos y detectar fácilmente los ingredientes sin TACC.

Brindar estos conocimientos a tu personal es clave para manipular los alimentos libres de gluten de forma segura, mejorar la comunicación para un servicio de primera calidad y evitar los problemas de contaminación cruzada.

Prevení la contaminación cruzada

El punto anterior nos lleva a esta fase esencial para evitar problemas que empañen los esfuerzos por tu menú libre de gluten. La contaminación cruzada es el riesgo de llevar gluten a ingredientes que no contienen este elemento. ¿Cómo prevenir esta situación? Cumpliendo meticulosamente los cuidados de higiene en la cocina.

El lavado de manos es indispensable en cualquier escenario donde se manipulen alimentos. Otra recomendación es clasificar y ordenar los envases donde se almacenen ingredientes con gluten separándolos de los demás productos. Etiquetar los envases con rótulos “Sin TACC” o “Libre de gluten” es una gran ayuda para que todo el personal sepa distinguir los alimentos de forma más sencilla y rápida.

De igual forma, hay que tener en cuenta que en la cocina se deben usar utensilios específicos para los alimentos libres de gluten, así se evita que estén en contacto con otros ingredientes.

El horno es un caso especial: usá placas solo para alimentos sin gluten, elegí la rejilla superior para cocinarlos y evitá programas de cocción con ventilador. Cuando utilices el microondas, calentá la comida en recipientes tapados. En cuanto a las hornallas, lo más aconsejable es cocinar primero los platos sin gluten y cuando uses ollas asegurate de que estén siempre tapadas.

La mesada tendrá que ser higienizada, tantas veces sea necesario, a la hora de manipular masas sin gluten para reducir cualquier riesgo de contaminación cruzada.

Finalmente, traer a la vida un menú libre de gluten hará la experiencia de tu restaurante más inclusiva, además de ampliar el rango de sabores, platos y texturas que habitualmente componen tu carta. Animate y descargá GRATIS el informe 2024 sobre Menús del futuro para descubrir los consejos de nuestros chefs para mantener tu negocio competitivo con todas las tendencias gastronómicas.

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